"en el Juicio Final, los elogios que recibe el sacerdote le serán imputados como pecado"

Estimado Alfonso, la ortodoxia es un licor raro y decantado, que debe ser custodiado por las mejores inteligencias para poder brindárselo a los fieles. Esa es la función de los contemplativos, llevar a los demás a la contemplación de las cosas contempladas originariamente, "contemplata aliis tradere". Es la misión básica de los obispos, no la de opinar sobre los planes sociales o la evolución del índice de pobreza.

Y esa ortodoxia se forja por la oración y el estudio, no hay otra, es decir, por el ejercicio más alto de la facultad más alta del hombre, el intelecto especulativo. En la TFP, malgré la repetición de lugares comunes y las indiscutibles dotes de causeur, como dice el amigo Courtiade, de Plinio (conversación que siempre linda con el charlatanismo, como en ese gran y por cierto superior causeur que era Joseph de Maistre), faltó metafísica, teología y mística en serio. El aire siempre fue el de grandes dilettantes religiosos, sin profundidad. Había gente inteligente -muy- desperdiciada miserablemente. En una deriva sectaria, nadie puede pensar más que la cabeza, y la cabeza no era ni tan sólida ni tan profunda.

La religión administrada por irresponsables y sin ejercicio de la razón crítica puede convertirse en un brebaje nefando, que saca las peores cosas del hombre y del mundo natural y preternatural. Hay un sofisma en esta consideración liberal y pelagiana que tiene el mundo moderno cristianuchi respecto de la religión: que es una cosa positiva, valiosa intrínsecamente. Macanas. La religión puede ser lo peor que exista -como que es lo mejor-, porque extrae potencialidades infinitas de la persona. Puede hacer que un tipo invada una Nación y bombardee un pueblo diciendo que "Dios" se lo ha ordenado, en respuesta a otro tipo que dice que mató cinco mil personas porque también "Dios" se lo ha ordenado. Corruptio optimi pessima, a Cristo lo mataron en nombre de la religión los representantes de la religión establecida, no lo mataron los romanos por causas políticas o sociales. Los demonios, dice el Apóstol, tienen fe y tiemblan.

Tengo la sensación de que la religión, en el medio brasileño un tanto realista mágico, con fuertes dosis de integrismo treinteista pero también con la robusta corriente africana sincrética que permeó en toda una sociedad esclavista cayó mal. Es decir, religión en mentes heteroprácticas, con poco estudio y poca profundidad más allá de un barniz de educación europea, con fuertes derivas, que habría que ver de dónde provienen. Me llama la atención que en los links que ha puesto Courtiade (by the way, con informaciones sobre la Sempre Viva realmente sorprendentes; me ha extrañado el silencio del foro al respecto), en el escrito surrealista de Introvigne se cuenta la concepción que tenía Helder Cámara de sí mismo: un Profeta inerrante, con visiones de un futuro peraltado, donde el hombre llegaría a una trascendencia respecto de la muerte y las miserias. Caramba, qué coincidencia: una especie de Reino de María progre. Un comentarista de este foro ha hecho lo propio -ir al profetismo modernista- invocando la autoridad de Karl Rahner para justificar el profetismo de Plinio.

Ciertamente, es un tema de inculturación defectuosa de la fe por falta de cabeza suficiente. Es interesante que la TFP yanqui se preparó para la Bagarre con la "inculturación" propia del catrastrofismo norteamericano más común: bunkers, reservas de agua, armas, etc. Como cualquier secta adventista que se respete.

Me pregunto, ¿cuál es la raíz común de la estructura mental de estos dos Profetas, tan distantes ideológicamente? Habría que bucear en sus antecedentes. Fedeli ha hecho un buen estudio, aunque me parece que la labor desprestigiante de Plinio, que comienza con la descalificación del apodo, ha obliterado la capacidad de poder leerlo a los ex tfps. Hacen mal.

Yendo a la consulta: es un patrón común de las sectas la absolutización de ciertos aspectos ideológicos o personales. Concretamente, toda secta tiende a erigir a su Fundador en una suerte de puente entre el Absoluto y los sectarios o directamente, un dios, alguien dotado de poderes y calidades sobrehumanas. Por eso, deriva sectaria= tendencia a la idolatría.

Cuando la secta es cristiana, la cosa no es tan fácil, no se puede declarar Mesías al Líder, el lugar ya está teóricamente ocupado y Nuestro Señor ha advertido explícitamente sobre el particular ("Vendrán otros y dirán 'aquí estoy' - no les creáis").

Ergo, se disimula tal tendencia, nunca explícita, enfatizando la relación especial, la alteridad peculiar del Fundador con Cristo. Para ello, se remarca en la gestualidad aspectos más propios de la adoración que del respeto razonable: ósculos, genuflexiones, oraciones. Por cierto, todo edulcorado con referencias teológicas mal digeridas como la que se hacía en la TFP: el cristiano es alter Christus, Plinio es alter christus, el TFP es alter Plinius. Este silogismo, al trasladar la desproporción que existe entre la Divinidad y un tipo cualquiera como era Plinio, traslada tal relación a la de Plinio con el adepto. Esto es típicamente sectario, la confusión entre la relación con la Divinidad y con el Fundador o Líder. Se pierde el sentido de la proporción. Y el sofisma queda reducido a una petición de principio típica: se le rinde tal culto a Plinio porque es un Profeta. Y es un Profeta porque se le rinde tal culto.

O las distinciones discursivas entre dulía y adoración, basadas en una negación o más bien edulcoramiento de los actos cúlticos que se tributaban a Plinio y su mamá. Tuvieron que engañar o "amanuelar" a dos teólogos viejitos para que les justificara, con información retaceada, esos estúpidos e indignos actos. Me llama también la atención que este culto, descripto en los links del amigo Courtiade, no hayan recibido comentario alguno del foro. Hay como un deseo de saber y analizar la TFP, pero no demasiado. Es una impresión.

Es sutil, pero el slippery floor que conduce del respeto circunspecto del cristiano a la adulación-adoración del maestro es bastante inclinado. Por eso, los monjes cristianos orientales a veces se sacan de encima los discípulos a las patadas, para que aprendan a no confundir a Dios con el Maestro. Los budistas hacen algo parecido; la figura del monje hostil es un lugar común. ¿Por qué? Para no ser objeto del culto tan característico de los neófitos. Hay un refrán en la Ortodoxia: "en el Juicio Final, los elogios que recibe el sacerdote le serán imputados como pecado".

Cuando a san Francisco lo alababan, el santo (al que no había con qué darle), se confundía, se sonrojaba y decía que era el mayor pecador de la tierra. Y lo decía en serio (porque hay Líder sectario que también puede decirlo, pero eso pertenece al "show de la humildad"; cuando un tipo es humilde, se nota).

El cristianismo católico, si bien resalta la condición de alter christus del cristiano por obra de la gracia, tiene buen cuidado en afirmar que no es la misma la relación entre la naturaleza humana del Señor y su naturaleza divina que la que tiene todo hombre. No por la Encarnación toda naturaleza humana se ha encarnado, esto es fundamental. Es la natura humana del Señor la que es asumida por la Persona del Verbo, no todos los hombres: de modo tal que la filiación divina se nos da por participación y gracia, no por naturaleza.

De tal modo, atribuir a Plinio características que en la adorable Persona del Señor aparecen ligadas a su condición divina es idolatrar, de algún modo, a Plinio. Por ejemplo: sólo Jesús puede perdonar los pecados, o bendecir o incluso maldecir (y si un hombre efectúa tales acciones, lo hace in persona Christi, por mediación del sacramento del orden, no por una identificación profética autoatribuida). Sólo Jesús puede decirle a Judas que lo que tenga que hacer lo haga, porque al mismo tiempo que se lo dice le da la gracia para adherirse a El y rechazar la tentación.

Esta tendencia no ha sido explícita ni consciente, se plantea de modo vergonzante (cf. los ridículos malabarismos sobre la esclavitud a Plinio, disimulados bajo el manto de la esclavitud montfortiana: da verguenza ajena tanta deshonestidad intelectual), pero subyace a todo el culto desordenado. Ignorarla es ignorar un dato esencial en el análisis de la TFP. La Siempre Viva es la clave del análisis de la personalidad de Plinio, y de la deriva llamada TFP.

Psicopompus