lunes, 6 de septiembre de 2010

Un intento de atentado al Papa de un ex TFP y admirador de Plinio

Hola a todos. Mi nombre es conocido.

http://blogs.periodistadigital.com/juanfernandezkrohn.php

Me figuro por las trazas que sois antiguos de la TFP argentina con la que tuve algun contacto el tiempo que residí en Buenos Aires; en particular un encuentro -muy cordial- en Figueroa Alcorta con Cosme Beccar Varela, y estoy hablando del año (si mi memoria no me falla) de 1979, e incluso del 78 (antes de los diluvios) He escogido esta discusión para debutar en vuestros foros por razones que a algunos aquí tal vez les parezcan obvias. Nunca acusé al profesor Plinio ni a las TFP (s) de ser culpables o responsables de mis desventuras; pero puestos a echar la vista atrás, está claro que ni yo ni nadie puede hacer abstracción del estado de espíritu que era el mío aquel entonces; me refiero a cuando me detuvieron en Fátima con ocasión de la visita de Juan Pablo II al santuario.

Cual era la opinión del profesor Plinio en relacion con el papa polaco es algo que ignoré hasta hoy sin duda porque nunca se explicó claramente en público ni sobre ese ni sobre otros muchos temas igual de cruciales (o casi) Pero creo estar en mi derecho de afirmar que cuando menos dejaba planear "ex professo" la duda sobre ese y otros temas comprometidos y delicados (y no menos cruciales) Como planeaba sobre el trabajo -me refiero a la segunda parte que nunca se vió publicada- de Arnado Vidigal Xavier da Siveira que me zampé y volví a leer compulsivamente una y otra vez por aquellos años, sobre "la hipótésis teológica del papa hereje".

El profesor Plinio digamos que se escandalizó con mi gesto de Fátima. Una actitud que no era del todo nueva en él por lo demás, a mi respecto. Ya en la primavera de 1973 -en Abril creo- cuando viajé a Sao Paulo por vez primera, costeándome mi familia el viaje para visitar expresamente las sedes de las TFP y entrevistarme con el profesor Plinio -con mis estudios universitarios recién terminados-, me vi francamente sorprendido, el tecero o cuarto día de una visita que estaba planeada para dos semanas cuando justo después de mi entrevista con el profesor Plinio, se me hizo saber que por falta de plazas de alojamiento -llegada imprevista de mitantes de fuera (o lo que fuese)- se veían obligados a pedirme que me marchara 8-) , tan simple como eso; y efectivamente me tuve que ira a un hotel a mis expensas por el resto de mi estancia allí antes de volverme a Madrid. Su actitud hacia mí cambió cuando volví a aparecer por Sao Paulo años más tarde formando parte de la FSSPX. Como si me debiese un gesto cualquiera de reparación.Y tal vez sea por eso que no le guardo ningún rencor.

Para el profesor Plinio yo era a todas luces un caso atípico cuando menos. Un pobre muchacho, español para más señas (si hubiera sido francés otro gallo me hubiera cantado...), bien intencionado, sin duda brillante -en mis estudios al menos- pero sin la Tau de los elegidos, como algunos de sus socios (y militantes) me lo dieron en alguna ocasión a entender. Y andar por el mundo aquél en vísperas del siglo XXI y del advenimiento del reyno/de/maría, sin el signo protector de los elegidos en la frente bien visible era empresa azarosa por demás, estareis aquí todos de acuerdo. O sea que al final pasaría lo que pasaría, que me metí en un berenjenal de mil diablos de lo que puedo decir con todo que al final pude contarlo, como aquí lo estoy haciendo. Y la raíz sin duda del desprecio primero que al profesor Plinio yo le inspiraría lo era con certeza que a sus ojos -y acorde sin duda a los informes confidencialisimos que por mi cuenta le debían haber llegado del otro lado del charco- no era yo (ideolágicamente hablando) alguien lo que se dice virgen sino que arrastraba un pasado -"horresco referens"- falangista (joseantoniano)

Y no me voy a embarcar aquí en los mil sederos y vericuetos a los que dan su clave de acceso esas palabras y todo lo que inspiran -como la de peronismo o nacionalismo por ejemplo en la Argentina- ademas que ya me he explicado asaz al respecto en mis bitácoras, a las que todos teneis acceso. Digamos que al profesor Plinio mi caso le plantearía un rompecabezas como poco considerable. Quede claro desde luego que mi gesto -aislado- de Fátima lo fue primordialmente por motivos ideológicos -y teológicos- en los que la TFP y sus doctrinas gozaban entonces de un peso considerable, como en el conjunto de mis convicciones íntimas por aquel entonces. Y como lo prueba el pequeño detalle de la carta certificada que le envíe previniéndole de lo que tenía intencion de hacer desde la oficina de Correos (Poste) de la gare Saint Lazare de Paris, justo antes de tomar el tren, en vísperas de mi detención en Fátima en la noche del 12 al 13 de mayo del 82 (...)

La útima vez que ví en mi vida al profesor Plinio estaba en silla de ruedas, y al contrario que en las ocasiones anteriores, por vez primera me dió la impresión de un hombre indefenso y desamparado. Descanse en paz. Él y su memoria. Un cordial saludo a todos

4 comentarios:

  1. Cuando leí este testimonio en otro foro, fué lo que se me vino a la mente...el ambiente en que esta persona estaba (tfp) y de tanto escuchar al Dr Plinio hablar en contra del PAPA, creo que fué el resultado de eso...tanta hipotesis del PAPA hereje que circulaba en el grupo de parte del Dr Plinio y el ahora Monseñor Joao Cla. Tanto hablaba el Dr Plinio en contra del PAPA, que no se como no sucedieron más acontecimientos de estos.

    Felix

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  2. recuerden que, para Plinio, el Papa Juan Pablo II era un demonio, un enemigo de la Iglesia, el humo de satanas, jp2, un mason, etc.
    Que gran apostol el Papa Juan Pablo II, QUE VIVA EL PAPA SU SANTIDAD JUAN PABLO II!!!

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  3. Hermano:

    Yo estuve enl os Heraldos y supe algo de un atentado contra el papa Juan Pablo II de unos miembros de la TFP. Me podria poner al tanto por favor?

    Gracias

    Dios y Maria Santisima le guarde.

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  4. perdona que te quiebre tus buenas ilusiones, pero sólo tu eres responsable de tus actitudes justicieras, ya que en la tfp siempre se desconfió de tus intenciones y de tu conducta.

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