Psicológicamente, la proclamación de su propia grandeza por parte de Plinio no merece el menor análisis. Es indiscutiblemente delirante, además de evidenciar que su abuela habia fallecido a la fecha.
Pero me parece más grave desde el punto de vista religioso. Lo que caracteriza al falso profeta es precisamente, que da testimonio de él mismo. Nuestro Señor aclara que ha venido en nombre del Padre (y es el Padre el que da testimonio de El), y que "otro vendrá en su propio nombre y le creeréis".
Creo que esta autoproclamación es precisamente la mejor prueba del falso profetismo.
Y esto? de donde salio, era un secreto!!
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